sábado, 29 de agosto de 2009

MUTATIS MUTANDIS





Somos elementos de una modificación que no tiene rostro.
Mis alas crecen desmesuradamente hacia las estrellas.
Mis patas toman la forma de los tallos dorados que se extienden
Sobre la piel rajada de un venado.
Ante la amenaza de los objetos mis ojos se multiplican y perciben
Con mayor claridad la forma de los corazones insulares y lascivos.
Cada vez soy diferente y transmuto
Cada minuto me reconozco menos.
Cada vez siéntome incompatible con sus bocas con la sonrisa floreada de todos
Con tu alma estremecida en el toque de mi manso cuerno.
El tiempo que me coge por la espalda amenaza los profundos
Cálculos de mi otro yo.
Yo ahora soy espacio – soy tiempo sumergido en la liberación de que
Padezco.
Conforme a una nueva ley del cielo temblaré en el pozo siniestro
De estos ojos.
Existiré como huella del pie que quema tu corazón perdido etre hojas secas de una rasgada memoria.

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